viernes, 13 de marzo de 2015

Derrotar a Nuestros Enemigos

Sansón es uno de los ejemplos mas claros que encontramos en la Biblia acerca de lo que puede lograr un hombre lleno del Espíritu Santo. Sansón ganó grandes batallas cuando el poder de Jehová estaba sobre él, pero cuando fue derrotado por las tentaciones de Dalila ni cuenta se dio que ese poder se había retirado.

El Diablo hace un trabajo muy sutil. Y en ciertas ocasiones, las tentaciones de la carne son tan imperceptibles que hasta pueden alejar la presencia y el poder del Espíritu de Dios sin que nos demos cuenta lo que pasó. Cuando esto sucede estamos en serios problemas ya que de su unción dependen nuestra vida y nuestras victorias. En cambio, si tenemos a favor ese poder podremos vencer toda adversidad, para ello es imprescindible estar en comunión con el Espíritu Santo. Las malas costumbres, nuestras debilidades y tentaciones, son algunos de los blancos fijos por donde el mundo nos atacará. Nuestra comunión con Dios es el único y verdadero poder que tenemos los creyentes para vencer a todos los enemigos.

Sansón es el vivo ejemplo de las victorias que podemos alcanzar con la unción del Espíritu Santo. Su poder sobre los filisteos fue legendario y su valentía extraordinaria, pero cuando perdió su unción casi lo derrotaron. Cuan difícil es en estos días caminar con el aceite santo de la unción de Jehová, pero es vital para nosotros no perderlo en el camino, pues solo su bondad puede ayudarnos a superar la maldad que nos rodea, solo su luz puede disipar nuestras oscuridades, solo su alegría puede matar nuestras tristezas, solo su perdón erradica el resentimiento de los corazones humanos, solo su amor elimina el odio, y lo mas importante.. solo él nos puede alertar a tiempo sobre cualquier engaño sutil de nuestros enemigos. Cuando vivimos en la plenitud del Espíritu Santo somos libres de cadenas de esclavitud y derrotamos todos los enemigos que nos enfrentan, internos y externos.


                                                        
Marcel Amorín