viernes, 1 de agosto de 2014

El Perdón en el Matrimonio

flor blanca perdón
"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo." (Efesios 4:32).

La misión de perdonarnos nuestras ofensas unos a otros debe comenzar dentro de la familia, pues allí es donde se siembran las primeras semillas de amargura. Semillas tales como el resentimiento, el odio y el rencor dan sus primeros frutos desde muy temprana edad, en la infancia.
La familia de alguna forma es una escuela de aprendizaje, donde Dios enseña a sus hijos una de sus materias preferidas "el perdón". Es allí donde el gran Maestro nos forma y transforma para hacer de nuestras vidas una bendición para la iglesia y el mundo.

¿Sabías que gran parte de los problemas que afrontan nuestras iglesias provienen de las tensiones que existen dentro del núcleo familiar?. Entonces...cuando se solucionan los problemas familiares, también se solucionarán muchos problemas en la Iglesia. Y lo mejor de todo esto es que cuando aprendemos a perdonar a nuestra familia también seremos capaces de perdonar a nuestros hermanos en la fe, o a cualquier otra persona que nos aya hecho daño. 

Es de vital importancia para recuperar o mantener la buena salud emocional de la familia que tanto el esposo aprenda a perdonar a su esposa y que la mujer a aprenda a perdonar a su marido. Por desgracia, a algunos les resulta más fácil perdonar personas externas que a los miembros de su familia.
Tanto el uno como el otro tienen que saber que sin el espíritu de perdón mutuo, es casi imposible vivir juntos ¡Cuantos matrimonios se podrían haber salvado si los cónyuge hubieran sabido perdonar!.
De algúna forma podríamos decir que el perdón es como la "respiración" de una pareja, sin no existe, la relación se asfixia y al final muere.

                                                                                                     
Marcel Amorín